Familias de Managua celebran La Gritería con devoción y fervor mariano
Al grito de ¿Quién causa tanta alegría? ¡La Concepción de María! Así inició la Gritería en Managua en el Distrito V de Managua.
Centenares de devotos y promesantes mantienen esta tradición que inició a finales del siglo XVII en la ciudad de León, y que se ha extendido a toda Nicaragua.
Los capitalinos esperan con ansias este 7 de diciembre para salir a las calles a cantar y recibir la tan esperada ‘gorra’, que no es otra cosa que dulces, frutas, comida y artículos plásticos que dan los promesantes en sus casas.
Uno de los mayores atractivos de esta fiesta católica es la instalación de los altares. Cada familia que celebra “La Gritería” se esmera en adornar la imagen de la Virgen María.
En la casa de la familia Acevedo Martínez, en el barrio Ducualí, María Teresa Acevedo contó que desde hace 27 años se celebra a la Inmaculada Concepción de María.
“Aquí estamos un año más compartiendo con nuestro pueblo, con la comunidad. Llevamos 27 años celebrando a la virgen; los colaboradores son familia, amigos cercanos y seguiremos haciéndola hasta que Dios nos preste la vida”, expresó María Teresa.
“No hay que olvidar que este pueblo es cien por ciento mariano, somos cristianos, socialistas y solidarios y nos solidarizamos con todas las personas que le cantan a la virgen, y esto lo hacemos por devoción y tradición”, comentó María Teresa.
A su vez, Karla María Espinoza, quien llegó con un grupo de amigos y familiares, expresó que todos los años sale a la Gritería.
“Es una bendición venir acá a cantarle a la virgen. En el barrio el ambiente es muy bonito y yo vengo con mi familia que me acompaña. Desde las cuatro de la tarde salimos para poder venir a las Purísimas más bonitas”, dijo Karla.
“Somos marianas siempre, estoy muy emocionada y que viva la virgen siempre, que es la que nos llena de bendiciones, de paz en el país, y agradeciendo porque los que hacen la Purísima comparten un poco de lo que tienen”, comentó Reyna Centeno.
Finalmente, visitamos la vivienda de la familia Barrera Arana, que lleva 33 años celebrando la Purísima. Una devoción heredada del padre de familia Donald Barrera Castellón, quien falleció hace dos años, y en su memoria continúan esta tradición cada 7 de diciembre.
Jazmina Barrera, dijo que “estamos agradecidos de poder celebrar en un ambiente de paz y tranquilidad un año más. Tenemos 33 años de tradición; es una tradición que inició con mi abuelo Gustavo Barrera, se lo transmitió a mi papá. Mi papá partió un 2 de diciembre; tras eso nos reunimos sus hijos con mi mamá y decidimos seguirla, repartiendo un poquito de todo el esfuerzo del año”, contó.
