León se desborda para celebrar la Gritería con fervor y devoción mariana
¿Quién causa tanta alegría? ¡La Concepción de María! Es el grito más popular de las festividades marianas que resuena en Nicaragua y en las calles de León, donde la religiosidad popular marca la diferencia. Este 7 de diciembre, familias enteras se reúnen para rendir homenaje a la Purísima, celebrando una tradición que une a toda la comunidad.
Como una verdadera tradición, los leoneses, previo a las seis de la tarde, se reúnen en la Plaza Juan José Quezada para escuchar el tradicional grito que sale de la puerta principal de la Catedral de León y se riega por toda la ciudad como onda expansiva; a partir de ese momento, La Gritería está en curso.
La Plaza Juan José Quezada vibra por los cánticos a la Virgen Concepción de María; además, los alrededores de este lugar se engalanan con varios altares que instala la Alcaldía de León.
En esta tradición, La Gigantona y El Enano Cabezón son infaltables; es el sello distintivo de la ciudad que respira paz y tranquilidad para que todos celebren a la Virgen María. La plaza se llenó de cánticos marianos, baile de Las Gigantonas y quema de toros encohetados, y el cielo se vio inundado de luces de fuego pirotécnicos.
Mientras, en el centro histórico se vive la fiesta mariana; en los barrios populares, miles de familias recorren los altares de la Madre de Jesucristo gritando “¿Quién causa tanta alegría?”.
Esta frase encierra el sentir y la fe de esta tradición que recibe la respuesta “La Concepción de María”, de inmediato entregan “la gorra” a los feligreses que van ordenados en fila.
En el barrio Guadalupe, propiamente en frente de la iglesia, vive la familia Penado García; tienen más de 40 años de celebrar La Gritería.
“Tenemos 40 años de celebrar la Gritería; la primera que lo hizo fue mi suegra, que era como mi madre; ella nos enseñó la tradición, nos enseñó a rezar la novena y también a hacer la comidita que entregamos a quienes vienen; no necesitamos invitar, los devotos vienen y aquí los recibimos con mucho cariño”, cuenta doña Claudia Edipcia Rojas.
En esta ocasión, la familia de doña Claudia ambientó La Purísima con música de chicheros, regaló fresco de chicha de maíz y gallina rellena, un verdadero manjar de estas tradiciones.
Otro que celebra la Gritería es Jairo Benito Amaya, a quien encontramos retocando el altar, una verdadera obra de arte: una copa a escala, un mundo y arriba la Virgen María.
“La familia Amaya Zuniga hemos querido recrear un altar gigante de la Virgen, una tradicional Purísima, una virgen montada en una copa y en el mundo y una serpiente a sus pies; esa es la típica, hay un árbol de madroño y también simulamos unos cohetes”, dijo Amaya.
Este joven, con 37 años, asegura que desde los 4 años recuerda que su abuelita le enseñó a decorar altares, algo que ahora hace todos los años.
En ese mar de gente que se toma las calles y las plazas de León, se pueden apreciar a turistas de otros países, de naciones europeas, centroamericanos de El Salvador, Costa Rica y Honduras que disfrutan estas festividades religiosas. En barrios como El Zaragoza, Laborio, la comunidad de Sutiava, el barrio Rubén Darío, El Calvario, San Felipe, San Juan, entre otros, era común ver familias enteras caminando; otros se trasladaban en microbuses, camionetas y hasta en moto; lo importante era cumplirle a la Virgen.
“León es profundamente cristiano, devoto de la Virgen Concepción de María; la veneramos y aquí está el pueblo esperando ese grito de amor a la Virgen ¡Quién Causa Tanta Alegría!; después las familias salen de sus casas a las calles a rendir homenaje, contentos de vivir esta alegría en paz, en bienestar”, dijo la alcaldesa Guisella Lacayo.
Entre la gorra pudimos observar que las familias que gritan La Purísima, obsequian chicha de maíz, cosa de hornos, vasos, pichelitos, platos de plásticos, bananos, naranja dulce, cajetas y hasta nacatamales en porciones pequeñas.
En este año, como sucede siempre, los diferentes servicios turísticos se vieron abarrotados; bares, restaurantes y hoteles registraron llenos de visitantes nacionales y de otros países.
