Alfombras Pasionarias, una tradición cultural y religiosa atesorada por los leoneses
a población de León y sus visitantes participaron una vez más este Viernes Santo en la tradicional creación de Alfombras Pasionarias.
En el barrio indígena de Sutiaba, en el sector conocido precisamente como la calle de las alfombras, los artistas locales expresaron cuadros sacros a través de aserrín teñido de distintos colores.
Carlos Alvarado es uno de los artesanos que año con año elabora un cuadro diferente.
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«El cuadro de Viernes Santo se llama la oración en el huerto, es cuando Jesús ya va a ser juzgado por el proceso de su muerte», afirma sobre su obra, que en ese momento se encontraba aún en proceso.
El cuadro de la familia de Carlos Alvarado es siempre el primero en la calle. «En este proceso trabajamos con mis hijos y también con mis nietos y hoy con la colaboración de un amigo voluntario. El material que se usa en este proceso es aserrín teñido con colorante traído de Masaya, es algo que mi papá me enseñó, tengo 44 años de trabajar en eso. Primero que nada la expresión cristiana y de nuestros ancestros, es lo que nos han inculcado ellos», mencionó.
Nubia Martínez comentó que es una tradición iniciada por su abuelita.
«Ya tenemos más de 60 años. Esto siempre lo hacemos por mi abuela, nos sentimos muy bien, feliz, ya es una tradición. Nosotros seguimos aquí para seguir la tradición todos los años, cada año es un cuadro diferente. Es darle valor a la fe siempre y nos sentimos bien, primeramente Dios», aseguró.
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Yamileth Ortez Hernández, otra de las tradicionalistas, explicó que utilizan específicamente aserrín rojo y luego se mezcla con blanco, que es extraído de la madera de pino.
«Se mezcla con el color que se va a hacer, el colorante ya viene en bolsa, lo disolvemos en agua, para que no se seque muy pronto. Con este color amarillo podemos hacer diferentes flores, el sol y así queda teñido, a este amarillo le decimos color oro«, reveló.
Teresa Ramírez, delegada del INTUR en León, recordó que es una tradición que cuenta con más de 100 años.
«Viene pasando desde abuelos, papás, mamás, nietos, bisnietos, al pueblo nicaragüense nos ha gustado trabajar en ello y por ser una tradición y un arte recibe muchas visitas. Las familias se dividen el trabajo, unos preparan el aserrín, otros lo pintan y otros decoran«, aseguró.
La tradición atrae también a turistas nacionales y visitantes de otros países como Duncan Hill, de los Estados Unidos, quien este año decidió visitar el país y participar en la elaboración de una alfombra.
«Estamos visitando su bella ciudad y hemos estado acá para ver y participar en la bella experiencia de todo eso sobre La Pascua, todas las festividades. Con la ayuda e inspiración de nuestro amigo experto, nos enseñó a hacer esta bella alfombra, no tengo las palabras para describir esto, es maravilloso. Y en la calle hay muchas más, también bellas, es una experiencia genial para nosotros«, aseguró.
La elaboración de las alfombras tiene el apoyo del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional a través de diferentes instituciones que garantizan que la tradición se realice anualmente.
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